Salud mental.
Hablar de salud mental puede resultar incómodo, incluso entre el personal de salud. Acostumbrados a la rutina, a protocolos y largas entrevistas necesarias para el expediente, dejamos ir aspectos útiles para ofrecer un diagnóstico. No tienes que ser un psicólogo o un psiquiatra para notar algo diferente en la persona sentada frente a ti; pacientes con ojeras, bajo peso, desorientadas y otros signos que delatan probables condiciones físicas y mentales de cuidado.
Nos vemos envueltos en viejos hábitos y a veces, la atención se vuelve mecánica. Son viejas prácticas que siguen porque permiten agilizar los tiempos, como me lo mencionó un doctor en el servicio de urgencias de una institución pública: entre el llenado del expediente electrónico, el sistema obsoleto y la larga lista de pacientes en espera, lo último que pasa por su mente son las preguntas sobre la salud mental. Y ni siquiera hablamos de preguntar sobre pensamiento o intención suicida.
Por eso considero necesario tomar un momento para reflexionar nuestra labor como personal de salud y brindar atención tanto para salud física como salud mental, y la importancia de ambas para el bienestar de nuestros pacientes. Y la implementación de la guía Mh-Gap me parece una herramienta excelente para trabajar esa sensibilización y brindar atención integral.
Buen día Nancy Genoveva Puentes Montes... Estoy de acuerdo que aun en estos tiempos resulta complicado hablar sobre el tema de adicciones, sigue resultando poco conveniente identificarlo y trabajarlo. Continua siendo el elefante rosa que aun no puede ser visto y aceptado. Ojala se pueda llegar a una sensibilización y mayor grado de consciencia de lo que esta sucediendo.