En términos de consumo mundial de alcohol, Rusia ha sido constantemente considerado uno de los países con mayor historial de consumo excesivo de alcohol.

Sin embargo, una cifra reciente ha constatado que el consumo de alcohol ruso ha disminuido en un 43% de 2003 a 2016, según un informe publicado por la OMS.

Algunas explicaciones sobre esta tendencia positiva a la baja incluyen la introducción de restricciones publicitarias, aumento de los impuestos sobre el alcohol, una prohibición de las ventas de alcohol entre ciertas horas y prohibido el consumo de alcohol en la calle.

La introducción de medidas de control del alcohol ha coincidido con un aumento de los esfuerzos para fomentar estilos de vida saludables. Sin embargo, se observa que esta conciencia elevada de una vida saludable se encuentra principalmente en las zonas más ricas y en las comunidades más pobres, lejos de las grandes ciudades, beber sustitutos baratos y alcohol casero sigue siendo común.