Cerca de 11 millones de prisioneros en todo el mundo, así como los oficiales encargados de garantizar su custodia segura, segura y humana, no deben olvidarse durante la pandemia COVID-19.

Los países deben reconocer los riesgos particulares que COVID-19 y el virus que hace que represente a poblaciones confinadas para las que el distanciamiento físico no es una opción.

Este documento de posición, publicado por la UNODC, describe la importancia de una respuesta controlada a COVID-19 en las prisiones con el fin de reducir el daño potencial que puede causar a este grupo particularmente vulnerable.