Aplicación del Diseño de Investigación y Métodos para Optimizar la Ciencia de la Prevención: Efectos Recíprocos del Uso del Alcohol y Perpetración de Violencia entre Adolescentes Tempranos Mexicanos
Este resumen fue presentado en la Reunión Anual de la Sociedad para la Investigación de la Prevención 2018 que se celebró del 29 de mayo al 1 de junio de 2018 en Washington, DC, Estados Unidos.
Stephen S. Kulis Universidad Estatal de Arizona
Flavio F. Marsiglia Universidad Estatal de Arizona; Universidad Estatal Elizabeth Kiehne Arizona; Universidad Estatal Justin Jager Arizona; Stephanie Ayers Universidad Estatal de Arizona
Antecedentes y propósito: El uso de sustancias y la perpetración de violencia a menudo coexisten entre los adolescentes, pero la relación causal y su dirección siguen sin estar claras. Por ejemplo, el uso de sustancias puede conducir a la violencia a través de la desinhibición, y la violencia puede conducir al uso de sustancias para hacer frente a la angustia. Pocos estudios han examinado los efectos recíprocos del uso de sustancias y la violencia longitudinalmente, y rara vez fuera de los Estados Unidos. Este estudio examinó los efectos bidireccionales del consumo de alcohol y la perpetración de violencia entre una muestra de adolescentes preadolescentes en México. Debido a que las conexiones entre el consumo de sustancias y la violencia pueden ser específicas del género, examinamos estas relaciones por separado por género y exploramos tanto el acoso/agresión como el comportamiento criminalmente violento.
Métodos: Tres oleadas de datos(N.o4.830) de una prueba de viabilidad de un plan de estudios de prevención escolar en México fueron recolectadas de estudiantes al principio, medio y final del séptimo grado (Mage-12.0) en 17 escuelas públicas de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Probamos las relaciones bidireccionales entre la frecuencia del alcohol de los últimos 30 días y dos escalas de violencia: el acoso/agresión y el comportamiento criminal violento. Estimamos modelos de trayectorias de varios grupos (por género) entre vueltas en Mplus, controlando la edad, la ciudad/sitio, la sesión escolar (AM/PM) y la condición de intervención.
Resultados: Las diferencias de género en el consumo de alcohol al comienzo del séptimo grado (niños que usan más a menudo) invirtieron la dirección al final del año escolar. Aunque los niños reportaron niveles más altos de ambos tipos de violencia en todo momento, la prevalencia de cualquier uso de la violencia fue similar en ambos géneros. En los modelos de trayectoria, el consumo de alcohol predijo un comportamiento criminalmente violento posterior, tanto para niños como para niñas, y de manera duradera (T1 a T2, T2 a T3). El acoso/agresión predijo el consumo de alcohol posterior para niños y niñas, y de manera duradera (T1 a T2, T2 a T3). Las relaciones bidireccionales estaban presentes sólo desde el principio hasta la mitad del séptimo grado, y eran específicas para el género y el tipo de violencia. El alcohol y la violencia criminal sólo se relacionaban recíprocamente para los niños, mientras que el alcohol y el acoso/agresión sólo estaban relacionados recíprocamente para las niñas.
Conclusiones e implicaciones: Los hallazgos sugieren que existe una relación recíproca entre el consumo de sustancias y la perpetración de violencia, pero que el tipo de violencia es importante considerar. En el caso de las niñas, tanto el acoso como la agresión condujeron y resultaron del consumo de alcohol, mientras que en el caso de los niños, los actos violentos delictivos eran pertinentes para comprender los orígenes y los riesgos del consumo de alcohol. Las posibles explicaciones incluyen la influencia de los roles de género tradicionales y la entrada en grupos de pares antisociales. Se discutirán las implicaciones para el uso de sustancias y la prevención de la violencia.