Argentina es uno de los países que la registro mayor consumo de psicofármacos. Estos son utilizados generalmente para tratar síntomas y trastornos depresivos y/o trastornos de que afectan a millones de personas en el país. Según el último informe sobre el perfil de consumo de drogas en la población general de la Ciudad de Buenos Aires, alrededor del 5% de la población consumió tranquilizantes o estimulantes sin prescripción médica alguna en la vida.

Este consumo prevalente de psicofármacos en mujeres, se verifica en un marco donde la automedicación es una práctica prestación prestamentación social, el acceso a los fármacos está buena y la comercialización de la médica sin receta no encuentra mayores impedimentos. Sumado a lo anteriormente referido, existe un marcado proceso de medicalización asociado al desarrollo de la industria especialmente, a partir de la década del 60, pu afirmación que nos encontramos en una sociedad médicaizada.

El presente trabajo se propone generar información que defina lineamientos estratégicos para una política pública sobre el consumo de medicamentos desde una perspectiva de género, que el desarrollo de acciones específicas y cambios estructurales en el sistema sanitario, con el objetivo de disminuir y controlar la prescripción y consumo de este tipo de medicamentos.