Cambiar las percepciones: ¿Qué tan dañino es el consumo de alcohol en la vida posterior?
Dado el crecimiento actual de la población envejecida, el consumo de alcohol entre las personas mayores ha recibido una mayor atención.
Lo que se considera un nivel "seguro" de consumo también se ha puesto en duda, a la luz de nuevas pruebas de un vínculo entre el alcohol y las enfermedades en la edad adulta.
Los cambios psicológicos asociados con el envejecimiento significan que los adultos mayores pueden tener una tolerancia reducida al alcohol. También pueden sufrir enfermedades que pueden empeorar con el consumo y es más probable que tomen medicamentos recetados que puedan interactuar con el alcohol.
De esta manera, aunque la evidencia apunta a una tendencia general a la baja en el consumo a medida que las personas envejecen, los adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir efectos adversos incluso por niveles modestos de ingesta de alcohol.
Además, otros factores, como el aumento de la soledad en la vejez, podrían afectar a los patrones de consumo.
Un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports analiza los cambios en el consumo de alcohol durante un período de 3 años entre los mayores de 60 años en España, con el fin de comprender mejor estos problemas y guiar las intervenciones para prevenir la ingesta excesiva de alcohol en la edad adulta.
Entre los principales hallazgos del estudio se encuentran:
- El aislamiento social generalmente se relacionó con conductas de riesgo de consumo de alcohol tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, algunas mujeres que aumentaron el tiempo que dedicaron a la lectura durante los 3 años redujeron su consumo de alcohol durante el mismo período. El mismo resultado se encontró para algunos hombres que aumentaron el tiempo que pasaban viendo televisión. Esto puede sugerir que, si bien las redes sociales pueden ayudar a controlar los comportamientos negativos, una menor conectividad social también significa una reducción en los eventos sociales en los que se puede beber. De hecho, los bebedores de alto riesgo, hombres y mujeres, eran más propensos a reducir su ingesta de alcohol después de cambiar sus hábitos alimenticios de comer con otros a comer solos.
- Una reducción en el IMC fue más probable entre aquellos que dejaron el alcohol durante el período de 3 años
- Fumar aumentó la probabilidad de conductas de riesgo concurrentes con el consumo de alcohol entre los hombres
- Se observó una reducción en la ingesta total de alcohol durante el período de 3 años. Sin embargo, casi una cuarta parte de los adultos mayores al final del camino seguían bebiendo cantidades sustanciales. Esto podría apuntar a una falta de conciencia, incluso de escepticismo, sobre los peligros potenciales del consumo de alcohol entre las poblaciones de edad avanzada. Los investigadores encontraron esto preocupante, dada la alta prevalencia de recetas médicas en este grupo de edad.
Estos hallazgos informan las recomendaciones de los investigadores para la estrategia de prevención en esta área. Sugieren que las intervenciones futuras deberían:
- Abordar los niveles de escepticismo sobre este grupo de edad
- Considere cómo el género afecta el consumo de alcohol en la edad adulta
- Considerar a las poblaciones de edad avanzada como un grupo muy diverso y, por lo tanto, personalizar los mensajes de prevención de acuerdo con las preocupaciones específicas.
- Las campañas sanitarias dirigidas al consumo excesivo de alcohol entre las poblaciones de edad avanzada deben tener como objetivo minimizar los efectos nocivos de este tipo de comportamiento, manteniendo al mismo tiempo los beneficios de la socialización.