En Quito, Ecuador, se analiza el modo de abordar la prevención integral de adicciones
El pasado 2 de diciembre de 2020, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ecuador, participó en el ‘Primer Encuentro de Expertos en Prevención Integral de Adicciones’ organizado por la Secretaría Metropolitana de Salud, a través del Proyecto de Prevención Integral de Adicciones de Quito - SIPAQ.
El objetivo del encuentro fue generar espacios de diálogo y discusión en torno al fenómeno socioeconómico de las drogas y otras conductas adictivas.
El evento, de carácter público, se desarrolló en un formato mixto (presencial, respetando el aforo, y virtual) con el apoyo de expertos de diversas instituciones además de la UNODC, como el Ministerio de Salud Pública, Parametría y Grupo de Investigación e Intervención sobre Drogas del Ecuador (GIIDE).
Giovanna Ubidia, coordinadora de la Unidad de Análisis, Seguimiento y Evaluación del SIPAQ fue la encargada de iniciar el diálogo. La dinámica del evento se desarrolló alrededor de tres preguntas base: ¿Qué es la prevención de adicciones?; ¿Por qué el país debe invertir en prevención de adicciones? ¿Cuáles son los retos en la implementación de programas de prevención de adicciones para el país y el Distrito Metropolitano de Quito?
Gabriela Vallejo, oficial de Coordinación de la UNODC, arrancó su participación señalando que una prevención eficaz en el consumo de sustancias apunta al desarrollo sano y seguro de niños y jóvenes y favorece su participación positiva. “La evidencia científica es fundamental para la prevención. Para ello debemos apoyar la investigación, recoger buenas prácticas y seguir estándares internacionales”.
Frente a los retos de implementar programas y del papel de los gobiernos locales, la vocera habló del concepto integral del abordaje. “Prevención no es hablar de las sustancias; la prevención está vinculada a las habilidades sociales del individuo”, dijo, a la par de señalar que prevenir es oportuno en varias esferas. “Por cada US$ 1 invertido en prevención se ahorran al menos $10 en costos sociales”, añadió, además de enfatizar la importancia de pensar en un enfoque transversal de DDHH en el abordaje de la prevención del consumo.
En ese contexto, Carlos Valenzuela, coordinador General de GIIDE, habló de una intervención multinivel. “La integración comunitaria es importante, estamos invirtiendo en personas, en usuarios y no usuarios de drogas. Una ordenanza que prohíbe el consumo en el espacio público no resuelve el tema; necesitamos una política que criminalice menos”
Por su parte, Rodrigo Vélez, de Parametría Consultores, enfocó su análisis en la falta de interacción social. “Hemos abandonado el diálogo. Tenemos que poner sobre la mesa a la prevención como un derecho de construcción colectiva. No se trata de llenar de policías las calles, se trata de analizar la convivencia”.
Finalmente, Ignacia Páez, gerente del Proyecto de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, instó a eliminar estigmas morales para hacer prevención y hacer una intervención basada en el respeto y en las diferencias. “Si pensamos que prevenir es prohibir ya nos equivocamos de camino. Cuestionemos nuestro lugar de autoridad y busquemos espacio de articulación. Hablamos de fortalecer a la familia y de dar espacios de contención a los chicos sin que se sientan vigilados, presionados. Las disciplinas como el arte, la música, la danza son espacios de prevención”.
Maribel Romero, coordinadora general del Proyecto de Prevención Integral de Adicciones de Quito, destacó que el encuentro permitirá establecer espacios de diálogo, hacer un análisis del escenario previo y fortalecer acciones de promoción de la salud y en especial de la prevención del uso y consumo de drogas y otras adicciones. Además, ubica a la ciudad de Quito como el centro preventivo del país, “al ser el primer gobierno local en contar con un sistema de prevención de las adicciones”, dijo.
