Objetivo: El objetivo principal de este estudio fue determinar los factores asociados a la continuidad asistencial entre personas adictas a sustancias psicoactivas en el Centro "La Vie" y en el hospital Jamot de Yaundé.

Problema: La gestión de las adicciones es un desafío de salud pública. Las adicciones a sustancias psicoactivas (SAF) causan múltiples consecuencias en el mundo, particularmente en el contexto africano. De hecho, son factores de riesgo para depresión, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, convulsiones, cirrosis, desnutrición, cánceres y traumas en diferentes niveles médico-psicosociales. Aunque estos hechos son alarmantes, existen muchas irregularidades en el tratamiento de este fenómeno, especialmente en el proceso de adecuada continuidad de la atención.

Métodos: Los investigadores reclutaron a 120 participantes de 15 a 51 años de edad. Los datos se recolectaron utilizando un cuestionario prediseñado, una escala de continuidad de la atención, una escala de autoestima, una escala de estigma del uso de drogas ilícitas y una escala de apoyo social.

Conclusiones: Los resultados mostraron que la edad promedio de los participantes fue de 25 ± 8 años, y prefieren consumir cannabis 4 o más veces a la semana. Aunque la mayoría de los participantes refirieron tener acceso rápido al médico y a los miembros del equipo de atención en cualquier momento, 76,7% de ellos tenían un nivel promedio de continuidad de la atención. Hubo una asociación significativa entre el entorno de vida, el nivel socioeconómico, el tipo de sustancia utilizada y el nivel de continuidad de la atención.

Se encontraron correlaciones significativas entre la continuidad de la atención, la autoestima y el apoyo social. Además, tuvimos una correlación significativa en la dirección opuesta entre el estigma del consumo de drogas ilícitas y el apoyo social.

Para mejorar la continuidad asistencial entre las personas adictas a sustancias psicoactivas, se les debe fomentar la autoestima, concienciarlas para evitar la estigmatización, su apoyo social debe ser nuestra prioridad y, por último, su protocolo de atención debe contextualizarse y tener en cuenta el tipo de sustancias consumidas y su contexto socioeconómico.