La nicotina, el alcohol y la marihuana son las sustancias más utilizadas entre los adolescentes. Estas sustancias, sin embargo, pueden tener graves consecuencias negativas para el desarrollo del cerebro, haciendo que el consumo de sustancias entre los adolescentes sea un importante problema de salud pública.

Una nueva investigación, publicada en The Journal for Nurse Practitioners, analiza cómo las enfermeras de práctica en entornos de atención primaria pueden abordar el problema del consumo de sustancias entre los adolescentes con intervenciones basadas en evidencia.

Identificar y tratar el uso de sustancias en la adolescencia puede reducir el daño a largo plazo y el riesgo de dependencia de la vida posterior.

El artículo describe los efectos de la detección, la intervención breve y la derivación al tratamiento (SBIRT) para grupos adolescentes de bajo, medio y alto riesgo.

Concluye que la prevención es la mejor manera de abordar y reducir el riesgo de consumo de sustancias entre los adolescentes. De esta manera, es fundamental que los profesionales de la salud implementen estrategias para la identificación e intervención temprana, utilizando prácticas basadas en la evidencia como SBIRT.