Para las personas que trabajan en primera línea durante la pandemia del coronavirus, el estrés y la presión de la situación pueden tener un impacto negativo dramático en el bienestar mental.

Aunque se han implementado intervenciones psicológicas para los profesionales de la salud para reducir el impacto del trauma visceral y promover el autocuidado, la base de evidencia para la eficacia de ese apoyo es escasa.

Para hacer frente a esta brecha, investigadores de China han tratado de evaluar los resultados de salud mental entre los trabajadores de la salud que tratan a pacientes con COVID-19 mediante la recopilación de información sobre los síntomas de depresión, ansiedad, insomnio y angustia y analizando potenciales factores de riesgo asociados con estos síntomas.

Los investigadores examinaron datos de 1257 trabajadores sanitarios de 34 hospitales equipados con clínicas de fiebre o salas para pacientes con COVID-19 en varias regiones de China.

Encontraron que:

• Un número considerable de participantes informaron del impacto negativo de trabajar en primera línea. 50.4% mostraron síntomas de depresión, 44.6% ansiedad, 34.0% insomnio, y 71.5% experimentaron angustia.
• Enfermeras, mujeres, trabajadores de atención médica de primera línea y personas que trabajan en Wuhan, China, informaron de grados más severos de todas las mediciones de los síntomas de salud mental que otros trabajadores de la salud
• Los trabajadores sanitarios de primera línea que participaron en el diagnóstico directo, el tratamiento y la atención de pacientes con COVID-19 se asociaron con un mayor riesgo de síntomas de estrés.

Es vital que se preserve el bienestar físico y mental de los profesionales que están salvando vidas a diario.

Los autores concluyeron:

Las intervenciones especiales para promover el bienestar mental en los trabajadores de la salud expuestos a COVID-19 deben implementarse inmediatamente, con mujeres, enfermeras y trabajadores de primera línea que requieran una atención especial.